Como agua de mar, es lindo cuando
se ve a la distancia en su magnificencia, como un basto océano, pero cuando lo vas
tocándolo con tu dedo gordo del pie, en un día de invierno o cuando aquel
campeón de natación del ghetto chileno, quiere asombrarse con ver lo que hay debajo de las hermosas
olas que se crean en la cúspide de su cabeza y de esos pelos erizados, y cuando
esa agua salada y mugrienta, mugre que no se ve, no se nota, no se huele, no se
toca, desde lo lejos , y entra a los
ojos y quieres solo salir de ese infierno salado que en ves de encantarte con
un mundo casi idílico que se esperaba ver, te encuentras con dolor, te
encuentras con mugre, te encuentras con todo un dolor insospechado con lo que
estabas viendo de lejos, que se veían tan hermoso, tan divertido, bueno así es
todo, así son las historia de los homosexuales, de nosotros, que se dice que
somos felices de la nada , que somos las locas felices de la tierra, que saltamos
como gacelas en la sabana con tragos de colores en la mano y que jamás se nos
caerá una sola gota, creen que pasamos todo el día follando sin importar nada
más, como si los polvos fueran nuestro desayuno, almuerzo y once, como si las
discotecas y la calle fueran nuestras casas, como si nuestras tardes solo están
rodadas de deliciosas drogas y risas.
En cambio no,, todo no es risa, todo no es
droga, todo no es follar en el parque, todo no son las discos, nuestra
historia, que es lo que la sociedad piensa al momento de escuchar “gay”, “
cola” , “homosexual” y cualquier otro adjetivos, es muy distinto, esta llena de
persecución, que terminaban en matanzas como si fuéramos perros, como si no
tuviéramos alma, juicios políticos que solo terminaban con nuestros cuerpos
calcinados en las plazas públicas, para advertir a cualquiera que deseara gozar
por el orificio diabólico, terminaría igual que esos restos de carbón.
Ahora se nos dice que nos “integraran”
a la sociedad, por qué “ Chile es un país inclusivo” (que guevada es esa? Aunque
los demás normales se siguen casando y matando a sus parejas) nos miran con
ojos de chinos, pensando “sí que armen pareja no hay problema, pero no tengan
hijos” y muchas locas como uno, se colocan de rodillas como las señoras que van
a Lobasque, como esos buses llenos hasta las cachas, y dejan las escalas
teñidas con una sangre que se podrían escribir Biblias con tanta tinta, besando
los pies de los políticos y dándoles las gracias.
Somos lo que bota el tiempo y la
sociedad, se nos confina a las alcantarillas de la historia, pero no olviden
que estamos entre todos lo que se dicen ser normales, entre la noche de
diversión, entre los políticos, estamos entre ustedes desde la mugre hasta el caviar, entre los que se “desvían” por un par de copas, entre
esos que imploran a Dios, hasta que se les cruza un joven clérigo, entre los
que en fusil en mano, de ves en cuando deciden dejarlo afirmado en algún catre
de algún loca que los pueda escuchar o con la que decidan transpirar un poco.
Esas son nuestras historias, como
el mar, pero abriendo los ojos debajo de él.